Una buena
nutrición no es sólo necesaria para llevar una vida saludable, también juega un
papel clave en el desarrollo y la protección de una buena salud dental.
Una buena salud
dental es parte de una vida saludable.
La salud dental
es un elemento imprescindible para tener una vida saludable.
No es sólo tener
dientes saludables o no tener enfermedades, significa tener dientes, encías y
boca saludables, relajados y útiles.
La salud dental
también facilita una buena nutrición.
Necesitamos
tener los dientes y las encías saludables para masticar y tragar los alimentos
eficazmente y para absorber los nutrientes indispensables que nos proporcionan
una salud general.
De la misma
manera, una nutrición buena y unas costumbres de alimentación adecuadas
fomentan una buena salud dental.
LA IMPORTANCIA DE UNA ALIMENTACIÓN
SALUDABLE:
Los dientes de
leche se empiezan a desarrollar durante el segundo mes de vida del embrión y se
calcifican antes del nacimiento del bebé.
Los dientes
permanentes se empiezan a calcificar justo antes del nacimiento del bebé y
todas las coronas de los dientes permanentes, excepto las de las muelas del
juicio, están formadas para cuando el niño tiene 8 años de edad.
Lo que comemos y
bebemos no sólo juega un papel importante en el desarrollo y protección de los
dientes y las encías de hecho, la caries y las enfermedades de encías son dos
de las enfermedades más comunes hoy en día y se pueden prevenir simplemente
mejorando la dieta.
La enfermedad de
encías afecta los tejidos blandos que sujetan los dientes y es la mayor causa
de pérdida de dientes en adultos.
Los nutrientes
que participan en la formación y salud de los dientes y las encías son
fundamentales.
Entre ellos se
encuentran el calcio, el fósforo, el flúor, la vitamina D, vitamina A y las
vitaminas del grupo B.
Estos
nutrientes, esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del
organismo en general, y de los dientes y encías en particular, son
indispensables en la dieta a todas las edades si queremos conseguir y mantener
una boca sana y una sonrisa bonita.
La leche y los
productos lácteos son un grupo de alimentos que constituyen una fuente
excelente de la mayoría de estos elementos: calcio, fósforo, y vitaminas A y D
y B.
Estos son los
nutrientes más importantes para tener una buena salud dental:
El CALCIO:
Es un elemento
imprescindible en la formación de los huesos y los dientes.
Si no se ingiere
una cantidad suficiente, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos
para asegurar este 1%.
Con ello, los
huesos se debilitan por lo que, no sólo se favorece la aparición de la
osteoporosis, sino también de enfermedad periodontal.
El hueso que
acusa antes la pérdida de calcio es la mandíbula (especialmente el hueso
alveolar, que es el que soporta al diente).
Por ello, el
diente pierde su soporte y aumenta su movilidad.
Al aumentar el
consumo de calcio se han encontrado mejoras en los procesos inflamatorios y en
la movilidad dental.
Por esto es
especialmente conveniente aumentar el aporte de calcio en personas que sufren
enfermedad periodontal.
Dónde se encuentra:
La principal
fuente de calcio para nuestro organismo es la leche y sus derivados.
El aporte óptimo
de calcio se consigue con unos cinco o seis vasos de leche, tanto entera como
desnatada, cinco o seis yogurt o unos 150 gr de queso en porciones.
Hay otros
alimentos que contienen calcio como los cereales, las verduras u hortalizas de
color verde oscuro, las nueces, las habichuelas y el pescado pequeño que pueda
comerse con espinas como sardinillas o boqueroncillos
LA VITAMINA D:
Tiene una
importante función en el mantenimiento de la salud ósea y dental.
Facilita la
absorción de calcio y fósforo, los cuales son necesarios para tener huesos y
dientes sanos, y para mantener en buen estado nuestro sistema nervioso.
Mantiene los
niveles adecuados de calcio en sangre.
Dónde se encuentra:
La vitamina D la
encontramos en el pescado, aceite de hígado de pescado, margarina, huevos,
leche y productos lácteos.
Una parte de
esta vitamina se forma en la piel por acción de los rayos solares, de ahí la
importancia de exponernos al sol moderado, sobre todo los niños (están en época
de formación dental y ósea) y los ancianos (disminuye la capacidad de absorción
digestiva de la vitamina D aportada por los alimentos).
Una falta de
vitamina D durante la infancia causa retrasos en la aparición de los dientes de
leche y permanentes, y modifica el orden en el que los dientes salen.
El flúor
disminuye la posibilidad de padecer caries al endurecer el esmalte de los
dientes, reducir la capacidad de la bacteria para producir ácido y fomentar la
formación mineral.
• LAS VITAMINAS C Y K:
La vitamina C
mantiene fuerte el tejido de las encías y la vitamina K controla la pérdida de
sangre.
La falta de
vitamina C afecta las encías y el tejido blando que sujeta los dientes.
Dónde se
encuentra. En los cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo, etc.),
kiwi, soja fresca, tomates, pimiento verde, lechuga, patata, coliflor, etc.
• LA VITAMINA A:
Es una vitamina
liposoluble fundamental para el buen estado de la piel y las mucosas e
interviene en la función de la visión.
Además,
interviene en la formación y desarrollo de los huesos y los dientes, previene
las infecciones y tiene función antioxidante y anticancerígena.
Su déficit
produce alteración de la estructura de huesos y dientes y resecamiento de las
mucosas con lo que aumenta la predisposición a caries e infecciones.
Dónde se encuentra:
Se encuentra en
alimentos de origen animal como pescado, hígado, yema de huevo, mantequilla,
queso, leche entera o enriquecida.
También se
encuentra en alimentos de origen vegetal como albaricoque, melón, zanahoria,
mango, espinacas, tomate, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario