domingo, 28 de octubre de 2012

Recomendaciones para después de una exodoncia


Si le han extraído un diente, usted tendrá que cuidarse bien la boca.
Si comienza a hacer ciertas cosas desde el primer día, podrá sentirse mejor y sanar con más rapidez.
Para ayudar a controlar el sangrado, muerda firmemente la gasa que le ha colocado su dentista.
La presión ayuda a formar un coágulo de sangre en la cavidad del diente.
Si sangra copiosamente, muerda una bolsa de té normal; el ácido tánico presente en el té ayuda a formar un coágulo de sangre.
Siga mordiendo la gasa o la bolsa de té hasta que deje de sangrar.
Es normal que el primer día experimente una leve pérdida de sangre.
Para aminorar el dolor, tome los calmantes prescritos tal como se lo hayan ordenado.
No conduzca mientras toma calmantes para el dolor, ya que éstos pueden darle sueño.
Pregúntele a su dentista si puede tomar medicamentos, en caso de necesitarlos.
Para rebajar la hinchazón, póngase un empaque de hielo en la mejilla, cerca del sitio de la extracción.
Para hacer un empaque, ponga hielo en una bolsa plástica y envuelva esta última en una toalla delgada.
Aplíquese el empaque de hielo en la mejilla durante 10 minutos, luego quíteselo por 5 minutos.
Repita este procedimiento cuantas veces sea necesario.
Limite sus actividades durante las 24 horas posteriores a la extracción. 
Descanse durante el día y acuéstese temprano.
Cuando se encuentre en posición recostada, eleve ligeramente la cabeza.
Poco después de la extracción, le será más fácil comer alimentos blandos.
Evite cepillarse cerca del sitio de la extracción, y no use pasta dental, porque al enjuagársela podría desalojar el coágulo de sangre.
Pasadas 12 horas, tal vez esté en condiciones de enjuagarse la boca suavemente.
No beba liquidos calientes, ya que el calor puede empeorar la hinchazón.
Limite su uso de alcohol, porque su consumo excesivo puede retardar la recuperación.
No fume, porque el cigarrillo puede desintegrar el coágulo de sangre y causar dolor en la cavidad dental.
Si se ha colocado sobre la herida una gasa compresiva, morder sobre ella durante una hora, luego retirarla.
Si sangrara aún, colocar otra, repitiendo lo anterior. Muerde la gasa, no hables, muerde.
Traga la saliva, no escupas.
Cuanto más enjuagas, más te va a sangrar, no para.
Puedes limpiar la sangre-saliva, con una gasa estéril, metiéndola en la boca y absorbiendo como si fuera un paño de cocina.
Luego muerdes una gasa limpia haciendo un rollito con ella.
No toques la herida, no la mires, no te enjuagues, no le hagas nada, por el plazo de 24 a 36 horas.
Debes limpiarte la herida después de cada comida, utilizando una pinza de depilar con una bola de algodón gordita, humedecida en agua oxigenada para heridas.
Enjuagar con agua caliente o templada con una cucharilla al ras de bicarbonato. 
Repite esto antes de acostarte, y después del desayuno sobre todo.
No comer ni beber cosas demasiado calientes, el calor facilita la hemorragia.
Remplázalos por alimentos tibios y fáciles de masticar y tragar.
No desarrolles actividades que requieran esfuerzo físico, ni practiques deportes en la primer semana.
Podría producirse inflamación con hinchazón violenta de la zona y más dolor y a demás hemorragia.
Tampoco practiques relaciones sexuales activas en los primeros 3 días.
No te expongas al calor ni al sol.
Después de la anestesia, si sientes dolor, puedes tomar el medicamento recetado a tal fin.
Si tuvieras hemorragia por no seguir éstas recomendaciones, límpiate con gasa estéril la sangre y la saliva de toda la boca, y coloca una gasa comprimiendo la zona y mordiendo fuertemente durante UNA HORA.
Repite las recomendaciones anteriores.
Normalmente esto es suficiente.
Transcurridas 24 a 36 horas de la extracción, y que ya no sangre nada, debes continuar con la higiene habitual, cepillado y cinta dental en el resto de la boca.

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